En el corazón de San Martín Jilotepeque, Chimaltenango, Telma Chocoj García ha tejido una vida llena de esfuerzos y logros. Nacida en una familia de diez integrantes, Telma ha transformado su pasión por la cestería en un motor de cambio, utilizando la tecnología como una herramienta esencial para su empoderamiento económico.

Desde pequeña, Telma soñaba con ser maestra de educación para el hogar y aunque las circunstancias económicas le impidieron alcanzar ese sueño, su deseo de aprender y superarse nunca disminuyó. “Nunca me imaginé ser quien soy ahora, quiero inspirar a otras mujeres para que luchen por sus sueños”, reflexiona Telma.

Con dedicación, aprendió a coser a máquina, hacer servilletas y tejidos, y hace seis años, se adentró en el mundo de la cestería, una habilidad que, al unirse al proyecto Nutriendo El Futuro, le generó oportunidades de crecimiento económico.

“A través de las capacitaciones, he aprendido no solo sobre mi producto, sino también sobre la tecnología”, comenta Telma. Fue en este punto donde la tecnología se convirtió en su aliada más valiosa. “El proyecto me impulsó a adquirir el POS pues es un medio para poder acceder a nuevos clientes, los cuales normalmente no cargan efectivo y realizan los pagos con tarjetas”, explica.

El proyecto también le ha permitido llevar sus productos más allá. Ahora participa en ferias, bazares y exposiciones en varios municipios y departamentos. “A mis clientes siempre les digo que ellos son las llaves de mi emprendimiento”, asegura Telma.

Telma no solo ha transformado su negocio, sino también su vida personal. Las capacitaciones sobre derechos de las mujeres y autoestima han fortalecido su confianza y liderazgo. “He tenido la oportunidad de aprender sobre mis derechos como mujer, el poder valorarnos como mujeres, poder mejorar la autoestima”, afirma.

Como lideresa de un grupo de mujeres, Telma inspira a otras mujeres a seguir sus pasos. “Las mujeres somos capaces de lograr lo que nos proponemos, el esfuerzo y dedicación tiene su recompensa”, destaca.

“Mis metas están claras: quiero seguir mejorando la calidad de mis productos y, en un futuro, abrir un local donde pueda exhibir y vender mis canastas”, expresa son determinación al compartir sus sueños.

Telma Chocoj es un ejemplo vivo de cómo la tecnología, combinada con la determinación y el apoyo adecuado, puede ser una poderosa herramienta para el empoderamiento económico y personal. Su historia es una inspiración para todas las mujeres que, como ella, sueñan con un futuro mejor para ellas y sus familias.