En los últimos años el desplazamiento forzado, la migración y el retorno de familias desplazadas, sumado a sequías y huracanes, han afectado reiteradamente a los países del Triángulo Norte de Centroamérica, generando ciclos de movilidad dentro y fuera de los países. La situación ha empeorado desde 2014, en particular durante la pandemia de COVID-19, aumentando así las oleadas migratorias en la región.
Las condiciones preexistentes de pobreza, exclusión social, violación de derechos y vulnerabilidad han sido los principales detonantes de la movilidad humana. El número de personas que sufren desplazamiento forzado, migración o retorno forzoso aumenta cada año, requiriendo la atención de los gobiernos y la búsqueda de medidas que ayuden a mitigar el problema y reducir sus impactos.
Actualmente, CARE implementa el proyecto “Respuesta humanitaria a la migración centroamericana” en coordinación con las Casas del Migrante de ciudad de Guatemala; Esquipulas, Chiquimula; Entre Ríos, Izabal; Santa Elena – Ceibo, Petén; y Tecún Umán, San Marcos; y con la Procuraduría de los Derechos Humanos -PDH-. El proyecto está implementando acciones en los siguientes sectores: asistencia alimentaria y nutricional, WASH, refugio y protección.
Asegurar la ayuda humanitaria a la población migrante en Guatemala con asistencia alimentaria, protección y refugio temporal.
Personas en contexto de movilidad humana beneficiadas con asistencia alimentaria y nutricional, WASH, refugio y protección, en coordinación con socios y aliados estratégicos.
Latter-Day Saint Charitie.