“Sabemos de los problemas que hay en nuestra comunidad, ya no tenemos agua, los cultivos no producen como antes, solo teníamos el café en las parcelas y no tenemos muchos ingresos”

En la comunidad de Palmira, en el Municipio de Colomba, Quetzaltenango, la voz de Gricelda Gonzales, resuena con fuerza, a través de sus palabras, podemos vislumbrar como su liderazgo contribuido al desarrollo ambiental, social y económico de su comunidad.

Gricelda ha liderado el camino hacia el cambio junto a 20 mujeres y 3 hombres de Palmira involucrados en el proyecto “Conservación y Restauración de Paisajes Forestales” de CARE.

“Formamos un grupo unido. Es un beneficio para nosotras y nuestras familias” destaca con determinación.

El compromiso del grupo se refleja en acciones concretas. “Comenzamos con una evaluación en la comunidad para saber con qué recursos naturales contábamos, que plantas y especies” relata.

Producto de esa primera acción, firmaron un acuerdo voluntario de conservación para cuidar el bosque y se socializó la información con docentes de la escuela comunitaria para que las nuevas generaciones conozcan la riqueza ecológica con la que cuentan y se sumen a las acciones para proteger a la naturaleza.

“Firmamos un acuerdo de conservación y establecimos un vivero comunitario con 3,500 plantas forestales. Ahora, estamos diversificando nuestras parcelas con sistemas agroforestales y 20 tipos de árboles”, explica Gricelda con orgullo.

La capacitación y actualización fueron componentes clave del proyecto. A través de talleres y eventos, los participantes adquirieron conocimientos en temas agroforestales y de género, fortaleciendo así sus habilidades y su empoderamiento. Se promovió la participación de niños y jóvenes, asegurando la continuidad del legado de conservación a través de las generaciones.

Gricelda destaca la cohesión y el compromiso del grupo, que ha trabajado unido para aprovechar al máximo las oportunidades brindadas por CARE. Su historia de éxito no solo ha inspirado a otros en su comunidad, sino que también ha despertado el interés de aquellos que inicialmente dudaban del proyecto.

Pero la historia de éxito no termina aquí. “Nos aventuramos en la cosecha de hongos comestibles. Con la ayuda de CARE, hemos cosechado ya 50 libras de hongos, una gran ayuda para nuestras familias”, comparte Gricelda emocionada.

A través de su liderazgo y determinación, Gricelda ha inspirado a su comunidad a abrazar el cambio y a mirar hacia un futuro más próspero y sostenible. 

“Nunca me imaginé participar en un proyecto así, pero me alegra mucho estar aquí. Hemos aprendido mucho y esperamos aprovechar esta oportunidad para generar ingresos”, concluye con optimismo.