Estoy tejiendo mi camino hacia

independencia económica

En el departamento de Totonicapán, a 201 kilómetros de la Ciudad de Guatemala, se encuentra la pequeña comunidad maya k’iche de donde Rosario es originaria. Ella encontró en el proyecto “Mujeres tejiendo vidas libres de violencia“ una oportunidad para retomar su proyecto de vida. Como sobreviviente de violencia género fue una de las 21 mil mujeres que recibieron atención integral y apoyo económico para recuperar sus medios de vida.

“Teniendo arte en mis manos pude salir adelante” dice Rosario. Desde muy pequeña, aprendió a tejer en el telar de su abuela, y durante muchos años utilizó su conocimiento para generar sus propios ingresos, trabajando para otros tejedores.

“Con el apoyo del proyecto, compré un telar y todo el material para iniciar mi propio negocio”. Ese siempre había sido su sueño, y ahora que lo ha cumplido, solo desea hacerlo más grande: “Quiero seguir aumentando mi capital para tener una tienda más grande, con más operarias”.

En el proyecto, Rosario ha encontrado no solo una red de apoyo, sino que se ha aliado con otras participantes para generar más ingresos. “Nos ayudamos entre nosotras; cuando mencioné que iba a elaborar huipiles, una compañera me dijo que ella me los compraría”.