Desde hace once meses CARE trabaja junto a organizaciones de mujeres de la Costa Sur para su empoderamiento, destacando la importancia de espacios de autocuidado para una vida libre de violencias.
Juegos, bailes, y ejercicios de relajación con impacto sanador se convierten en herramientas que les permiten reducir el impacto de las violencias en sus vidas, explicó Emma Rodas, facilitadora de prevención de la violencia.
El autocuidado son acciones que beneficien la salud física, emocional y espiritual de la persona, y para ello se debe comenzar con el reconocimiento de que nosotros somos los responsables de nuestro propio bienestar.
Ese es el llamado que se hizo a través del taller de Autocuidado que se desarrolló con las organizaciones “Mujeres Unidas y Trabajadoras” de aldea Granados, Nuevo San Carlos, Retalhuleu, y “Arapis-Mujer”, en Aldea Concepción Ixtacapa, Suchitepéquez.
Salir a caminar, hacer ejercicio, tener una alimentación balanceada, auto felicitarnos por nuestros logros, y automotivarnos son algunas acciones que benefician nuestro autocuidado, explicó la tallerista del Grupo Guatemalteco de Mujeres-GGM quién trabajo en coordinación con la facilitadora de CARE Guatemala a través del Programa Prevención de la Violencia y el Delito contra Mujeres, Niñez y Adolescencia en Guatemala-PREVI-.
“El autocuidado nos permiten estar bien, ser felices, y nos eleva la autoestima”, expresaron las participantes del taller.
Estas acciones se realizan gracias al proyecto Fortaleciendo derechos y empoderamiento económico para una vida libre de violencia de mujeres rurales e indígenas de la costa sur con el financiamiento de Unión Europea y Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo -AECID- a través del PREVI.