“Ahora soy

lideresa”

Una sonrisa espontánea se dibuja en el rostro de Ana Sagastume al hablar de la comunidad Los Lirios y la describe como, “un lugar bonito para vivir…aquí nos apoyamos entre mujeres y es algo difícil de encontrar en otros lugares” y esto ha sido, en parte, fruto del trabajo que en los últimos 6 años ha realizado el proyecto Nutriendo el Futuro en el municipio de Masagua, Escuintla.

Ana reconoce que integrarse plenamente al pro- yecto no ha sido sencillo, debido a que aún se mantienen brechas desiguales entre hombres y mujeres “Antes yo no salía, si me invitaban a una capacitación, rara vez iba, porque nos tenían inculcado que las mujeres no debían salir de su casa. Mi esposo me decía: no, no trabajes, solo en la casa y eso hacía”.

Poco a poco y con el ánimo de otras mujeres de la comunidad, Ana empezó a asistir a las charlas que se realizaban “Me gustó lo que aprendía y fui invitando a mis cuñadas también”

Los procesos de formación se han convertido en semillas que las mujeres necesitan para em- poderarse en diferentes ámbitos. “Si CARE no hubiera traído Nutriendo el Futuro viviéramos como antes, no hubiera seguido estudiando, mis hijos quizás estuvieran desnutridos. No existiría un cambio. Yo me fui empoderan- do porque a las reuniones no faltaba, era la primera en estar allí porque me interesaba bastante aprender. Ahora, cuando asisto a reuniones mi esposo me dice: Yo me quedo o busca quien vea a los niños, por tal que yo participe, pero de que voy, voy”. Afirma Ana.

La autonomía y la participación comunitaria re- fuerzan el compromiso que las mujeres asumen para generar mejoras en sus condiciones de vida. “Yo soy líder, trabaja junto a 4 mujeres, que tienen a su cargo a otras mujeres a quienes les distribuyen la información que me trasladan desde Nutriendo el Futuro, por ejemplo, que nos vamos a reunir en mi casa a cocinar algo nutritivo. Los primeros años formaba parte del sistema de aprendizaje, de 3 años para acá yo he sido lideresa de las mujeres que asisten a CARE”.

Esta experiencia ha creado, en Ana, una actitud positiva y visionaria. “Si una mujer está siendo violentada quiero defenderla, en su momento a mí me apoyaron, ahora quiero ser ese apoyo. A veces pensamos que los derechos no existen, pero sí existen, quiero que las mujeres cambie- mos y sepamos. Mi deseo es llegar a graduarme de licenciada en Derecho”.

Ana ya no es más aquella mujer que se quedaba en casa. Hoy no solo es lideresa del proyecto Nu- triendo el Futuro, también es una lideresa en su comunidad “después de empezar como líder en el grupo de CARE, ahora también formo parte del COCODE* en la aldea de Los Lirios.”

En ese sentido, y como lideresa, Ana expresa sus pensamientos y anhelos con una claridad capaz de animar a otras mujeres. “Ustedes también pueden tener el empoderamiento que no- sotras tenemos porque eso es lo único que nos hace falta en la comunidad. Quiero que sigamos esa cadena, en la que las mujeres también podemos salir adelante y comenzar con nuevas metas para un mejor futuro, con una mirada diferente hacia los hombres y las mujeres de todo el país.”

En Los Lirios, los tiempos están cambiando y las mujeres son protagonistas en la transformación de su realidad y la de su entorno comunitario.