Mujeres que lideran la respuesta ante emergencias

En Izabal y Alta Verapaz, 60 mujeres culminaron con éxito su proceso de formación como Mujeres Líderes en Emergencias, en el marco del proyecto “Comunidades Preparadas para la Respuesta a Desastres en Áreas Rurales Vulnerables de Guatemala”, implementado en alianza con FUNDAECO y ASECSA, con el financiamiento de la Fundación Margarita Cargill.

Durante cinco meses, las participantes dedicaron horas de aprendizaje teórico-práctico para fortalecer sus capacidades en autoestima, liderazgo, gestión de riesgo, resiliencia comunitaria y mapeo de riesgos.

La metodología “Mujeres líderes en emergencia” parte de una convicción: cuando las mujeres lideran, las comunidades están mejor preparadas para prevenir y responder ante desastres.

En este proceso, cada participante definió sus propios objetivos de liderazgo y asumió un papel activo en la protección de su comunidad.

Zoila, de Tamahú, Alta Verapaz, comparte: “La escuela ha sido muy importante. A mi comunidad no llegan capacitaciones, ahora puedo enseñar a otras personas cómo enfrentar emergencias, me he preparado y lidero grupos. Cuando empieza a llover, ya sabemos organizarnos: es mejor prevenir, porque estar preparadas salva vidas.”

Desde Livingston, Sonia cuenta cómo la formación cambió su manera de actuar: “Antes no sabíamos qué hacer, pero ahora, cuando las lluvias empiezan, reunimos a las personas y nos comunicamos con el COCODE para evacuar rápidamente.”

Y Victoria lo resume con orgullo: “En una emergencia no podemos actuar solas. Trabajamos en comunidad para salvarnos. Ser parte de la COLRED es una promesa de velar por toda mi gente.”

Estas voces reflejan el corazón del programa: mujeres que lideran la acción local con conocimiento, empatía y compromiso.

La graduación de las 60 Mujeres Líderes en Emergencias representa un avance hacia una respuesta más inclusiva y sostenible, donde las decisiones se toman de forma colectiva y las mujeres ocupan el lugar que les corresponde: al frente de la acción y la organización comunitaria.

Con su fuerza y liderazgo, ellas demuestran que la prevención empieza desde las comunidades y que la resiliencia tiene rostro de mujer.