Soy una mujer plena y feliz
Lucía Quib Tzib, ha encontrado en la crianza de animales una forma de transformar su vida. Lo que comenzó como una manera de generar ingresos se ha convertido en un camino hacia la autonomía, la confianza en sí misma y la superación de un entorno de violencia.
En 2022, Lucía se integró al programa de Transferencias Monetarias del proyecto Mujeres Tejiendo Vidas Libres de Violencia, la cual invirtió en 25 gallinas y un quintal de concentrado. Esa inversión se transformó en un negocio que le ha permitido generar ingresos estables para ella y su familia. “Ese dinero fue una salvación”, comenta mientras su hijo más pequeño sonríe a su lado.
Desde entonces, Lucía ha logrado completar cuatro ciclos de crianza de gallinas, mejorando sus ingresos significativamente. Pero para Lucía, el mayor logro no es económico. “Gracias a los procesos de formación que he recibido, me siento más animada y feliz”, comenta.
Los talleres impartidos por el proyecto no solo le dieron herramientas para manejar su negocio, sino también para reconocer su propio valor y derechos. “Antes no sabía que podía lograr tanto. Me enseñaron que la violencia no es normal y que soy capaz de todo”.
Más allá de su familia, Lucía se ha convertido en un ejemplo para otras mujeres de su comunidad. A través de sus logros, inspira a vecinas que también buscan alternativas para salir adelante. “Todas tenemos la capacidad de cambiar nuestras vidas”, afirma con convicción.
Lucía sueña con seguir ampliando sus oportunidades. Para Lucía, su hogar y su negocio son ahora un símbolo de fuerza y resiliencia. “Hoy puedo decir que soy una mujer plena y feliz, porque estoy construyendo mi futuro con mis propias manos”.