Esta iniciativa forma parte del Programa Justicia Climática y Resiliencia de CARE Guatemala, que trabaja para crear comunidades más resilientes al cambio climático y a otras amenazas que ponen en riesgo la sostenibilidad de sus entornos y medios de vida.

El programa busca fortalecer las capacidades de las personas más vulnerables para enfrentar eventos climáticos extremos y otros fenómenos naturales, transformando sus vidas a través de soluciones sostenibles. Además, aborda las causas profundas de la vulnerabilidad, mejorando los sistemas sociales, económicos y ambientales para incrementar la resiliencia de estas comunidades.

Impacto del Proyecto Seguridad Hídrica y Resiliencia

Este proyecto se enfoca en proteger las fuentes de agua de 28 comunidades rurales indígenas en los municipios de Totonicapán y Santa María Chiquimula, ubicados en las cuencas altas de los ríos Salinas y Samalá.

Acciones clave del proyecto:

• Gestión del paisaje: Uso de herramientas para la conservación y restauración de zonas de recarga hídrica.
• Fortalecimiento de la gobernanza del agua: Desarrollo de capacidades en sectores de la sociedad civil e instituciones relacionadas con la gestión hídrica.
• Participación activa de mujeres y jóvenes indígenas: Promoción de su liderazgo en la gestión del agua y la toma de decisiones.
• Conservación del recurso hídrico: Implementación de estrategias para garantizar la funcionalidad hidrológica y la sostenibilidad del agua.

Un enfoque en la equidad de género

El proyecto da prioridad a las mujeres, quienes enfrentan desigualdades en el acceso y control de recursos y beneficios. Basado en el marco de igualdad de género de CARE, busca:

• Promover la igualdad de acceso a recursos y oportunidades para mujeres y niñas.
• Cambiar las relaciones de género para crear sociedades más justas.
• Transformar las estructuras que perpetúan la desigualdad.

Contribución a la Estrategia de Justicia Climática de CARE Internacional

Alineado con los objetivos globales de CARE, el proyecto fortalece la resiliencia de las personas más pobres y vulnerables, especialmente mujeres y niñas, apoyando su capacidad de adaptación al cambio climático y otros desafíos.