“Al saber leer y escribir, participo en mi comunidad”

“Hombres y mujeres tenemos los mismos derechos de aprender. Al saber leer y escribir participo en mi comunidad, ahora formo parte de la Pastoral Juvenil”

María Yat, es una de las 11,972 mujeres que participaron en “Liderazgo y Alfabetización de Mujeres Indígenas en Guatemala” un proyecto que más allá de acompañarlas en su proceso de alfabetización, se planteo el reto de buscar su empoderamiento para una vida libre de violencia.

Desde 2018, trabajamos en coordinación con el Comité Nacional de Alfabetización (CONALFA), financiados por Lancôme, en Quiché, Totonicapán, Quetzaltenango y Sololá, departamentos que además de presentar altas cifras de analfabetismo en mujeres indígenas, registran altas cifras de violencia contra la mujer.

“La violencia está tan internalizada en nuestras prácticas sociales, que no nos damos cuenta de que estamos violentando a una persona en particular. El enfoque que tiene CARE plantea un abordaje integral, no hablamos sólo de la violencia física, sino la violencia en el ejercicio de sus derechos” comentó Emerson Simón, especialista MEAL del Programa Identidad y Derechos.

“Estamos violentando su identidad al no enseñarles en su idioma, al tratar de que ellas se vuelvan monolingües, se violenta su derecho a ir construyendo su forma de vida” agregó.  

La estrategia que utilizamos fue priorizar los programas bilingües, coordinamos directamente con CONALFA y revisamos las herramientas utilizadas, acompañamos la actualización de las guías y textos integrados en idiomas idioma K’iche y Kaqchikel, beneficiando a 850 grupos de alfabetización y aproximadamente 7 mil 650 personas que anualmente se alfabetizan en estas áreas lingüísticas.

“Nos enfocamos en los contenidos, creando módulos de derechos humanos en coordinación con el Movimiento De Mujeres Indígenas Tz’ununija’, para que más allá de que sepan leer y escribir conozcan sus derechos y los puedan ejercer en diferentes espacios” explicó Lilian López, gerente del programa.

Cuando las mujeres conocen sus derechos pierden el miedo y empiezan a transmitir sus conocimientos a su familia, en su comunidad y en sus lugares de trabajo, asumiendo su rol de liderazgo y generando cambios sociales, haciendo protagonistas a ellas mismas.

Participantes

“Para mí fue de mucha alegría y realmente me sirve bastante saber leer y escribir. Ha sido de mucho beneficio, sobre todo para mis hijos, porque al inicio de la escuela yo estoy al lado de ellos. Nos dijeron nuestros derechos, que no nos pueden maltratar” Juana Quiej

“Ahora ya sé escribir mi nombre y hacer firma. Mis papás antes no tenían la capacidad de darme estudio, ahora ellos están felices. Me den un papel y yo sé que debo leer primero lo Leo y después lo firmo, no como antes que me daban algo y yo solo lo firmaba sin saber qué significaba” Catarina Ventura.