Hoy hay menos alimentos disponibles.
Los alimentos disponibles son menos accesibles.
Los alimentos accesibles no son alcanzables, afectando principalmente a las mujeres y a las niñas, que suelen ser las últimas y las que menos comen en tiempos de crisis.
Los conflictos, el cambio climático han agravado una situación de emergencia ya existente, poniendo en peligro el futuro de millones de familias y niños. Se ha producido un fuerte descenso de la producción agrícola. El comercio internacional se ha visto perturbado y se han impuesto sanciones, deteniendo el flujo de alimentos y recursos vitales en todo el mundo. Sin alimentos ni fertilizantes, las tiendas están vacías, los precios se disparan, las cosechas se ven amenazadas y aumenta la inseguridad alimentaria
Salvar vidas ahora: suministros inmediatos de alimentos vitales y vales en efectivo, acceso a oportunidades laborales y prevención de la desnutrición potencialmente mortal.
Cultivando alimentos y resiliencia: con prácticas agrícolas más eficientes, alternativas a los fertilizantes y un almacenamiento más seguro de los alimentos garantizaremos que haya una próxima cosecha.
Cambiar los sistemas alimentarios mediante la incidencia política: desde el trabajo con socios del sector privado y donantes hasta la incidencia política con los gobiernos para evitar que se repitan las crisis.